La interacción entre los turistas y la comunidad anfitriona puede generar impactos tanto positivos como negativos, según cómo se maneje la interacción. Los impactos positivos incluyen una mayor actividad económica, una infraestructura mejorada y un mayor intercambio y comprensión cultural. Por otro lado, los impactos negativos pueden incluir un aumento de la delincuencia, el hacinamiento y el desplazamiento de los residentes locales debido al aumento de los precios de las propiedades. Por lo tanto, es importante asegurarse de que la interacción entre los turistas y la comunidad anfitriona se gestione adecuadamente para garantizar que los impactos sean positivos para ambas partes.