Las empresas y los establecimientos pueden utilizar la tecnología para potenciar sus proyectos de varias formas. Por ejemplo, pueden usar software para automatizar procesos, analizar datos y realizar un seguimiento del progreso. Pueden usar servicios basados en la nube para almacenar y compartir información. Pueden usar herramientas basadas en la web para comunicarse con los clientes y las partes interesadas. Pueden usar análisis para obtener información sobre el comportamiento del cliente. Pueden utilizar las redes sociales para establecer relaciones con los clientes y promocionar sus productos y servicios. Pueden usar aplicaciones móviles para que sus servicios sean más accesibles para los clientes. Pueden utilizar el aprendizaje automático y la inteligencia artificial para optimizar las operaciones y mejorar la toma de decisiones. Finalmente, pueden usar la tecnología blockchain para crear libros de contabilidad y contratos digitales seguros.