Los turistas pueden reducir su impacto ambiental mientras viajan al optar por alojamiento, transporte y actividades ecológicas. También pueden reducir sus residuos evitando los plásticos de un solo uso y optando por comprar productos de origen local. Además, los turistas pueden apoyar los esfuerzos de conservación donando a organizaciones locales o participando en programas de voluntariado.