El poste de flagelación se usó como una forma de castigo en los Estados Unidos desde el siglo XVIII hasta principios del siglo XX. Por lo general, se usaba para esclavos y otros afroamericanos condenados por delitos como robo, asesinato y otros delitos graves. El castigo consistía en atar al condenado a un poste y azotarlo con un látigo o una correa. El castigo tenía la intención de ser disuasorio y se utilizó como una forma de humillación pública.