Una vez viajé a un país extranjero donde no hablaba el idioma. Iba en un taxi rumbo a mi hotel y el conductor no hablaba inglés. Tenía un mapa de la ciudad, pero no sabía cómo explicar a dónde quería ir. Así que decidí usar mi teléfono para mostrarle una foto de mi hotel. Saqué mi teléfono, pero el conductor no entendió lo que estaba tratando de hacer. Él siguió señalando el mapa, mientras yo seguía señalando mi teléfono. Después de unos minutos de confusión, finalmente logré mostrarle el hotel en mi teléfono. Él sonrió, asintió y me llevó a mi destino. Fue una experiencia extraña, pero divertida.