Sí, el turismo como producto tiene elementos tanto de tangibilidad como de intangibilidad. Los elementos tangibles del turismo incluyen las atracciones físicas y los servicios ofrecidos en un destino, como una playa, un hotel, un restaurante o un museo. Los elementos intangibles incluyen la sensación de estar en un lugar determinado y los recuerdos creados, así como la experiencia de servicio al cliente brindada por los empleados.